
Cada vez que observo los árboles, veo en ellas la sabiduría de Dios; observo cuantas cosas maravillosas es capaz de hacer el orden que tiene de hacer las cosas y su gran poder que si de no crearlas no hubiésemos gozado del aire refrescante que nos dá a través de ellas y el aroma fresco que se siente sólo presenciarlas.
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