Cuando Jesús viajaba de ciudad a ciudad, le enseñaba a la gente acerca del amor de Dios y Su bondad. Muchas veces Sus discípulos viajaban con Él. En una ciudad, todos escuchaban a Jesús mientras que les decía de Dios. Algunos padres vieron la multitud y trajeron a sus niños para ver a Jesús. Querían que Jesús bendijera a sus niños y orara por ellos. Los amigos de Jesús pensaron que Jesús tenía cosas más importantes que hacer. Les dijeron a los padres que se llevaran a los niños y que no molestaran a Jesús. ¡Cuando Jesús vio lo que estaba pasando, les dijo a Sus amigos “Dejen que los niños vengan a Mí y NO se los impidan!” Los niños corrieron hacia Jesús. Él los tomó en Sus brazos y pidió a Dios que los cuidara. Cuando Jesús les dijo a Sus amigos que dejaran a los niños venir a Él, mostraba cuánto les amaba. Él también mostraba cuánto ama Dios a los niños. Al principio, los amigos de Jesús no amaban ni respetaban a los padres ni a los niños. Se preocuparon más por otras cosas. Jesús les ayudó a entender que debían amar y respetar a todos porque cada persona es importante para Dios. Aprendieron una gran lección aquel día acerca de cómo amar a la gente. Recuerda que Dios ama a todas las personas también. Juan 3:16 nos dice que Dios mostró Su amor para el mundo enviando a Jesús a la tierra. Dios sabía que cuando Jesús estaba en la tierra, los hombres enojados lo matarían, pero Dios tenía un plan. Era un plan para demostrar aún más amor a la gente. Jesús tomó nuestro castigo por las cosas malas que hacemos cuando murió en una cruz. ¡Tres días después de que Jesús murió, Dios lo resucitó! ¡Él no está muerto-Él está vivo! Así que por esto que Jesús hizo, ahora Dios puede perdonar nuestros males.
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