lunes, 26 de octubre de 2009

Te amo Dios


Dondequiera que pongas tu mirada,



dondequiera que fijes tu atención,


dondequiera que un átomo subsista,


ENCONTRARAS A DIOS.






En las formas diversas de las nubes,


en los rayos dorados que da el sol,


en el brillo que lanzan las estrellas,


ENCONTRARAS A DIOS.






En los dulces balidos que en los prados


el rebaño da al silbo del pastor,


en los trinos cambiantes de las aves.


ENCONTRARAS A DIOS.






En la sangre que corre por tus venas,


en la misma conciencia del tu YO,


en los propios latidos de tu pecho,


ENCONTRARAS A DIOS.






En la santa figura de la madre


cuyo seno la vida te donó,


en la franca sonrisa de una hermana,


ENCONTRARAS A DIOS.






En las lindas pupilas de la joven


que de amores prendió tu corazón,


en la grata visión de un ser querido,


ENCONTRARAS A DIOS.






En las horas de sombra y amargura


cuando a solas estés con tu dolor


si le buscas en la sombría noche


ENCONTRARAS A DIOS.





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